¡Creer en ti!
No tienes idea de
cuántos proyectos he iniciado, de cuántos negocios he creado en mi imaginación
y, peor aún, de cuántos emprendimientos propios he visto fracasar. Mi mente
siempre oscila entre dos extremos: "Tú puedes", "Eres
suficiente", "Todo te quedará grande", "Nunca podrás".
Ha sido una lucha constante contra mí misma, una batalla diaria frente al
espejo, tratando de desafiar esa voz interna que me sabotea.
Hay días en los que
despierto sintiéndome invencible, como si flotara sobre un campo de flores,
rodeada de cumplidos y con una fuerza tan poderosa que me hace creer que puedo
romper cualquier límite. Y luego están esos otros amaneceres, en los que el
peso de mi propio cuerpo me derrota, en los que abrir los ojos se convierte en
el mayor sacrificio de mi vida y termino dándole la razón a mi enemigo mental: "No
sirves para nada".
Cuando alguien te ataca
con palabras crueles, probablemente encuentres la manera de defenderte. Si
alguien te agrede físicamente, lo más natural es que reacciones. Pero, ¿qué
pasa cuando eres tú quien se ataca? ¿Cuándo no hay un "otro" contra
quien luchar? Es ahí cuando tu mayor enemigo se revela, cuando antepones la
duda al "creo en mí".
El cerebro humano,
desde mi punto de vista, es la ciencia más incierta. En él reside el poder de
derribar muros o de ahogarnos en un simple vaso de agua. Sin embargo, la
mayoría de las veces elegimos soltar el timón y hacernos los desentendidos ante
nuestras propias decisiones. Eso nos lleva a transitar caminos en los que no nos
sentimos completos, a cuestionarnos constantemente si estamos haciendo lo
correcto e incluso a abandonar aquello que nos hace felices solo porque se
vuelve complicado. Dejamos de creer en nosotros y preferimos confiar en lo que
"nos depare la vida".
Tal vez hoy sea uno de
esos días en los que el peso te vence y los pensamientos negativos te dominan.
No voy a decirte que está mal sentirte así. Al contrario, te invito a vivirlo,
a explorarlo, porque al final somos seres humanos llenos de emociones, de altibajos,
de luces y sombras. Somos la combinación más compleja que habita la Tierra.
Pero hoy quiero hacerte
un llamado a tu esencia: confía y cree en ti. Ámate y abrázate. No necesitas
luchar contra tus sombras, solo aprender a integrarlas hasta que tu mayor enemigo
se convierta en tu mejor aliado.
No importa cuántas
veces fracases, cuánto tiempo o dinero inviertas en tus ideas. Al final, cada
intento es una inversión en tu autoconocimiento. No interesa cuántas personas
te llamen loc@, ni si hoy te levantas soñando con crear unicornios y mañana con
construir castillos de arena. Los grandes inventos del mundo nacieron de
alguien a quien "se le corrió la teja" y decidió salirse del molde.
Lo único que realmente
importa es que no te quedes con los "¿y si lo hubiera intentado?",
sino que los reemplaces por un "lo intenté".
Te abrazo y te
reconozco por la valentía de mirarte al espejo y decirte:
"No sé cómo lo haré, pero lo lograré. Sé que habrá días en los que mis
sombras pesen, pero no existe oscuridad capaz de apagar la luz y la fuerza de
creer en mí."
Escrito propio L.C 2025
Para Dualidad: un proyecto que emerge
desde mi propia carencia, transformando la ausencia en aprendizaje y guiándote
en la construcción de tu verdadera riqueza.
Comentarios
Publicar un comentario